Mi historia con las bodas comenzó cuando tenía solo 19 años, trabajando como camarera en Inglaterra. Ya entonces me fascinaba ese mundo lleno de emociones, detalles y sueños cumplidos. Poco después, tuve la suerte de formar parte del equipo de uno de los mejores hoteles de la Costa del Sol, donde descubrí la magia de los eventos y bodas de alta categoría.
La vida me llevó por un camino inesperado: convertirme en azafata y recorrer el mundo. Esa etapa me regaló algo invaluable: la posibilidad de conocer diferentes culturas, entender sus gustos, exigencias y formas de celebrar. Sin planearlo, toda esa experiencia me preparó para mi siguiente paso: convertirme en responsable de eventos en un reconocido beach club.
Hoy, con toda esa trayectoria y aprendizajes, comienzo este proyecto con muchísima ilusión. Porque descubrí que lo que realmente me apasiona es acompañar a cada pareja en su gran día, entender sus deseos y cuidar cada detalle como si fuese mi propia boda.
Soy una persona perfeccionista, atenta y comprometida, que no teme a los retos y siempre encuentra soluciones. Creo firmemente que los pequeños detalles son los que marcan la diferencia y convierten un evento en algo inolvidable.